Poema para la exposición de pintura de Erramun Mendibelanda
Galería de Arte Juan Manuel Lumbreras
Henao, 3 – Bilbo
09/09/2021 – 15/10/2021
Volé tan alto
Regresan salvajes los días remotos
sobre lunas que alumbran trigales,
abonando campos de antiguos exilios
donde desembarcaron héroes voraces.
La muerte próxima agoniza a la vida
que estalla en colores al mundo adheridos
y en deuda quedamos con los disidentes
envueltos en cenefas de rabia e ira.
Fuimos más libres entre aquellas cenizas
que inundaban las noches inciertas,
supimos más de nuestras miserias,
viajamos en trenes de madera crujiente
que pitaban antes del amanecer
y pensábamos que un día, hoy,
nos sorprendería por fin la razón
moldeada sobre curvas apresadas.
A cambio, no pudimos ofrecer sacrificios
postergados en el tiempo sinuoso,
pero al regreso sí que encontramos
mil pinturas devueltas al viento.
Existe una avenida cubierta de colores
que lleva hasta mi alma.
De vez en cuando sigo desde el inicio
el recorrido hasta el final,
cuando espesas gotas que caen de los pinceles
colorean las losas del camino.
Bajo la avenida, sin embargo,
columnas inmensas sostienen el templo
inundado por las aguas
de regatas descontroladas
que reivindican un réquiem
para el fin del macabro carnaval.
Era pequeño el puerto al anochecer
del que aún partían naves a ultramar
a la luz medio muerta de la media luna,
era inmenso el mar al sol de la mañana
y solo nos llegaba el adiós de los que huían
entre el salitre y la humedad.
Fértil la tierra sobre las rocas,
en laderas que caían al arroyo,
en el óleo extendido sobre lienzos
donde reflejar tantas ilusiones.
En esta atalaya humilde permanece
amable el eco de todas aquellas voces,
dulce la mirada de los ancestros,
la conciencia herida ante el espejo.
No más odiseas por mares lejanos,
dejamos la aventura que pudo haber sido
para vivir toda esta belleza
allá donde se perpetúa el olvido.
Versión en euskara (euskarazko bertsioa)